lunes, 30 de noviembre de 2009

HISTORIA DEL COMEDOR INFANTIL DE SAN JUAN DEL OBISPO



Todo inició hace 16 años, cuando un amigo y yo decidimos empezar a regalar juguetes a los niños de escasos recursos de nuestra comunidad, San Juan del Obispo, Sacatepéquez, Guatemala. Poco a poco y durante todo el proceso, investigué el origen de cada niño y el medio en el que se desenvolvían. Pude darme cuenta que para estos niños no era suficiente una sonrisa.

Cada año, los niños y niñas necesitaban una mano para empezar a salir de la miseria en la que vivían. Fue entonces cuando pensé en algún proyecto en el que pudiera darles esa ayuda que necesitaban.

Inicié pensando en que un desayuno para todos sería ideal, pero recordé que en la escuela pública les brindaban una pequeña refacción por la mañana. Luego de esto pensé en proveerles un almuerzo y platicando con los niños me contaron que lo único que comían eran tortillas con “chirmolito” y que muchas veces remojaban su tortilla en un solo plato.

Luego de esto Inicié con el proyecto y fue gracias al apoyo de un sacerdote de mi comunidad. Juntos decidimos brindarles una cena a los niños y niñas, ya que era lo más adecuado para que no fueran a la cama con el estómago vacío. El comienzo de todo fue difícil, los niños y niñas comían en el suelo y cuando llovía cada uno de ellos llevaba un nylon para poder cubrirse de la lluvia y así disfrutar de sus alimentos.

Con el tiempo, el sacerdote con el que inicié el proyecto, se retira. Durante los dos años que trabajé junto a él, no me preocupé de lo económico ya que todo el aporte venía de su parte. Al quedarme solo inicié a buscar ayuda en todas las personas posibles de encontrar y en todas las empresas que fue necesario, para poder continuar con la obra. Lo más importante en ese momento para mí, fue aferrarme a Dios en todo y Él me mostró el camino para que este proyecto pudiera hacerse una realidad.

En el año 1998, luego del Huracán Mitch, el proyecto creció en número, ya que muchas familias del altiplano del país y de muchos otros lugares se quedaron solamente con lo que la naturaleza les dejo. Estas familias se establecieron en la aldea de San Juan del Obispo, viviendo en casas de campaña en las fincas de los alrededores de la aldea, ya que para muchos guatemaltecos la agricultura es la principal fuente de ingreso económico.

Luego de esto, en nuestro proyecto ya no eran nada más 20 niñas y niños sino 50, a los que con amor pudimos proveerles de alimentación.

En una navidad, unos jóvenes llegaron al proyecto para donar regalos y realizar una bonita fiesta para todos los niños y niñas. Entre todos estos jóvenes, se encontraba Andrés Guirola a quien le impactó la forma de vivir de todos los niños y niñas. En enero siguiente, regresó con su padre Arturo Guirola quien con su apoyo y el de algunos amigos, construyeron un comedor para que los niños y niñas no se mojaran en época lluviosa y no sintieran más frío.

Continuamos el proyecto realizando rifas, maratones y otras actividades para que algunos niños pudieran estudiar. Nos propusimos luchar contra el analfabetismo y gracias a donaciones y ayudas, actualmente llevamos 4 años con becas escolares para nuestros niños y niñas.

En este último año, hemos recibido el apoyo del Centro Bíblico La Verdad y La Vida en La Antigua Guatemala, quienes han llevado la Palabra de Dios a todos los que conforman el comedor infantil y así y realizar un cambio en la vida de todos y cada uno de ellos. Queremos que los niños y niñas no reciban únicamente un alimento material, sino también un alimento espiritual.

Es así como resumo 16 año en el proyecto del Comedor Infantil de San Juan Del Obispo.

Carlos Pérez, Guatemala.

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